La ciudad, es aquel espacio
donde las personas se relacionan, se socializan y crean vínculos, y por ello es
importante que sea un espacio donde todos podamos vivir de manera agradable.
En nuestro mundo, tenemos
patrimonios, es decir, bienes tanto tangibles como intangibles que están en
nuestras sociedades y que son las personas las que tienen la capacidad de
nombrar a dichos bienes como patrimonios según la visión ideológica con la que
sean observados. Ideas concretas son cada uno de los monumentos, obras, fiestas
y valores de cada región, ciudad, que son cosecha de la cultura humana, por lo
tanto, también de la historia de dicha sociedad, lo que lleva a identificar cada región con
sus patrimonio cultural, pero esto se está viendo debilitado por la
homogeneización de la cultura y la globalización socioeconómica, lo que
conlleva riesgos para que el patrimonio se vea protegido y valorado.
Dicha cultura tiene un valor
abstracto, que surge de la capacidad de emocionar al ser humano, y esto
significa que alrededor de todo esto, existen espacios y actividades que lo
envuelven, y son las personas que conviven con ello los que les dan el valor
sentimental que se crea, lo que lleva a cuidarlo de una manera especial.
También hay que tener en
cuenta que el patrimonio no es solo belleza, sino que es base y conocimiento de
la cultura propia de dicha región, ya que son hechos históricos, del pasado,
que se construyeron y permanecen a día de hoy, y esto permite conocer de
primera mano cómo ha evolucionado la sociedad en multitud de ámbitos, es la parte de la historia que podemos ver
actualmente de una manera más cercana. Por ello, es un valor educativo muy
alto, ya que forman a partir de conocimientos observables y fácilmente relacionables
con la ciudad que lo envuelve, y por tanto no es solo importante a nivel visual
de la ciudad, sino también a nivel instructivo, ya que se aprenden valores y
cultura.
Para ello, es necesario
promover dichos valores de una manera didáctica, sabiendo atraer y llamar la
atención y que a la vez, sea beneficio de calidad de la población que lo rodea.
Esta enseñanza, ha de realizarse según la edad a la que vaya destinada la
enseñanza, por ello es importante, así como saber guiar la observación del
patrimonio sea en espacios abiertos o cerrados, y también con un horario donde
poder enseñarlos, o sin necesidad de guía, sino a través de iconografías o
paneles.
El patrimonio se puede
clasificar según el grado de interacción. El primer grado son las actividades
donde un guía o un icono explica la información y las personas lo reciben. El
segundo, se da con una actividad donde además de lo anterior, entra en juego el
diálogo o preguntas por parte de las personas que se quieren informar. El
tercer y último grado, se da con actividades en la que la interacción del
público es mucho mayor, ya que participan a través de sus opiniones y todo ello
se recoge para abordar propuestas nuevas que satisfagan a los visitantes.
Existen diferentes formas de
actividades en función del objetivo que se tenga. La mayoría de ellas son de
tipo informativo, como guías o visitas, pero existen también actividades
lúdico-recreativo donde se intenta llamar la atención y promocionar un elemento
patrimonial, y para ello se realizan juegos. También hay actividades educativas
de carácter metodológico donde se analiza de una forma más exhaustiva el
patrimonio a visitar, y también pueden tomar un carácter recreativo. Y por
último, están las actividades educativas de carácter ético y de educación para
ciudadanía, que buscan formar en valores a los ciudadanos.
Realmente la escuela, es un
producto de la educación, es decir, la escuela forma y guía la educación de las
personas, pero es una “pequeña” herramienta dentro de las muchas otras que
existen alrededor de las personas, porque la realidad está fuera de éstas, y
por ello, es preciso potenciar la ciudad educadora, porque es la sociedad la
que realmente educa a la propia sociedad.
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