sábado, 25 de mayo de 2013

Los niños ante la publicidad

La publicidad de la televisión, cada vez emite más anuncios de productos infantiles de todo tipo que van dirigidas a los más pequeños, donde es influenciado por los productos y el dinero proceden de la familia.
De su historia, podemos decir que la publicidad en la televisión apareció especialmente después de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, donde se expandió de una manera asombrosa, y a mitad de los 50 gran parte de la población disponía de un televisor en casa. Tras observar que gran parte de las horas frente a la tele las consumían los niños, se empezó a investigar sobre las relaciones del niño con el nuevo medio. En los 70 ya se empezó a realizar publicidad destinada al consumo de productos para niños, por tanto, para estos. Y hasta el 90, se consolida como campo de estudio con la perspectiva del niño consumidor.

Los niños siempre han sido el público más indefenso ante la publicidad y por ello, esta ha de estar regulada siempre, porque se juega con las emociones de los niños ya que son muy fáciles de convencer a través de anuncios sensibles. Y cada vez más, los anuncios les dicen a los niños qué tienen que conseguir para ser el chico que está de moda entre el grupo de amigos, y son atraídos por las marcas y la idealización de las innovaciones porque no tienen el sentido juicio de un adulto.
El mercado infantil es muy amplio y rentable, ya que son futuros consumidores y el objetivo de la publicidad es crear una dependencia hacia el consumo por lo que las empresas solo pueden sacar nuevos productos para explotar la consumición de estos. Los niños, además, influyen mucho en las compras de los adultos porque existen muchas ofertas para niños, o acuden más a menudo a un establecimiento donde el niño ha de consumir.

También nos encontramos con muchos programas infantiles que detrás de todo ello, existe la publicidad para comprar un juguete determinado, o películas para niños que sacan productos consumibles por su público. Dicha publicidad es tema de debate en muchos países ya que en algunos se quieren prohibir, o se lucha por la ubicación de esta fuera del horario infantil.

Se ha demostrado que los niños de esta generación tienen como objetivo primordial ganar dinero, y eso es algo que se ha incrementado a lo largo de los años, y lo cierto es que en adultos pasa igual. Esto es porque la publicidad que se les está dando, cada vez es más consumista y más materialista. Además, cada vez hay una mayor invitación implícita a la precocidad sexual, sumado a la cantidad de programación para adultos que acaba afectando. También a esto añadimos la facilidad con la que los niños pueden ser moldeados, lo que genera que los gustos infantiles sean uniformes a nivel global por culpa del marketing que les sale más rentable hacer publicidad en una región grande que en una población específica.
Los niños aprenden a diferenciar lo que les gusta a ellos y lo que les gusta a sus padres, así como qué es un anuncio y su intención, pero es que esto causa que los niños aprendan a ajustar sus peticiones a las posibilidades de obtener el juguete que desean.

Numerosos estudios afirman que los menores de ocho años no ven diferencia entre una emisión de televisión y una publicidad, y que la publicidad dedicada a ellos era engañosa. Solo Suecia ha elaborado un reglamento basado en una reflexión ética, y que obliga a las cadenas a emitir publicidad por televisión en horarios reservados para niños, y se ha intentado reforzar los reglamentos de los países europeos pero existen disputas y marcos legales ante ello.

En la televisión en España, las principales cadenas firmaron en 2004 acuerdos donde se limitaban los anuncios con una serie de características donde aparecieran niños en una situación que no sea favorable y que les afecte de alguna manera de forma negativa.

Durante estos años se han hecho avances legislativos en la publicidad muy importantes pero hay que luchar para que se cumplan dichos requisitos. Por ello, se ve como forma positiva para las empresas de publicidad, el intento de realizar una publicidad creativa donde se entienda realmente qué es un anuncio y qué es un programa, donde no hayan mensajes implícitos y se entienda perfectamente, así como influirles de forma correcta. Los docentes, tienen la responsabilidad de vigilar que los alumnos no se pasen el día delante de los medios los cuales solo quiere venderles productos, así como influencias y hábitos.  Y el papel de los padres es el de ser responsables de la educación y el desarrollo de sus hijos, siendo conscientes del uso indebido de los medios de comunicación y controlando las horas de televisión que consumen.


Es la publicidad un recurso que abarca gran importancia en nuestra sociedad y hay que enseñar a los niños a reconocerla y no dejarse manipular por ella.

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