sábado, 25 de mayo de 2013

Pistas para un modelo de vida sostenible

La crisis actual es una realidad que todos conocemos y vivimos de forma activa, ya que es el tema del cual más se habla en este país, junto con todas las consecuencias que ello conlleva como desempleo o falta de oportunidades. Esta crisis se une a otra, la ambiental, la cultural, política que son parte de nosotros y son las que nos afectan de otra forma, y se resume en vivir en un mundo donde no nos cuidamos adecuadamente tanto por factores externos como por valores propios.

El sistema capitalista es por el que nos movemos, donde siempre se busca el beneficio propio, y se generan mercados para poder subsistir, pero debajo de todo ello, existen personas que intentan crear condiciones de vida digna donde se trabaja el desarrollo humano, los trabajos de cuidados, que son actividades que se dedican a la reproducción social.
Este trabajo lo han hecho históricamente las mujeres en las relaciones familiares, y en países empobrecidos han sido las niñas, mientras que los hombres traían el dinero y la comida a casa, es decir, una distribución de roles, donde la mujer es minusvalorada en la jerarquía establecida.

La naturaleza es otro ámbito básico de sostenibilidad, del cual no somos conscientes que a través del dinero, estamos perdiendo el equilibrio que lo mantiene, ya que se están extrayendo demasiados recursos naturales para renovarse al nivel al que los sustraemos, por ello se considera que es un ámbito en crisis.

Las mujeres ahora ya se han incorporado de manera más o menos normalizada en la población trabajadora, por tanto, se han quedado vacíos los puestos que ocupaban las mujeres en los trabajos de cuidados, por lo que se ha recurrido al empleo de mujeres inmigrantes, y estas a su vez, dejan a otras extranjeras del cuidado de sus familias de origen, formándose una cadena global de ciudadanos, formando parte de la crisis de ciudadanos.

También podemos nombrar al cambio climático por el aumento de la emisión de los gases invernadero, aparte del consumo de materia y energía, que forman la crisis medioambiental.

Esto se puede solucionar si se sitúa un modelo de desarrollo donde se defienda el sostenimiento de la vida y el bienestar colectivo, y para ello, se ha de posicionar a los ciudadanos en una responsabilidad colectiva a través del Estado, las empresas y los hombres.

También habría que apostar por las propuestas del decrecimiento, es decir, que las sociedades más ricas recorten el consumo de recursos y la producción, pero no significa decrecer en sí, sino que se busque una alternativa razonable.

Habría que promover una ciudadanía con mayor participación social, realizando una nueva forma de poder colectivo donde se fomente el cuidado recíproco.


Por ello, hay que trabajar para que den valor a los ciudadanos a través de las instituciones públicas, se incorpore en el sistema educativo la ética del cuidado en diversos ámbitos y que los centros educativos sean espacios sostenibles para que sean ejemplo del modelo que se quiere sugerir.

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